Respiración:
Pese a que todos los principios son de igual importancia quizá el aspecto de la respiración sea el más importante en el método Pilates. Se podría decir que la respiración es el combustible del Powerhouse (centro de Poder) que es el motor que conduce el Pilates.
La concentración puede ser definida como la dirección de nuestra atención hacia un único objetivo. Los practicantes de Pilates realizan los ejercicio de la forma más correcta posible en función del nivel de sus capacidades para esto se requiere concentración. Será necesario un chequeo mental de los puntos importantes para la correcta realización del ejercicio. Este proceso puede requerir desde segundos a varios minutos y la participación del proceso respiratorio puede ser determinante para activar nuestros músculos.
Concentración en la alineación del cuerpo y en el correcto mantenimiento de la misma durante la ejecución del ejercicio.
El concepto de centro puede tener varios significados. Primero relativo al cuerpo, centro de gravedad. El centro de gravedad del cuerpo es el punto alrededor del cual cada partícula de masa estan igualmente distribuidas - el punto por el cual el cuerpo puede ser suspendido en equilibrio. Cada persona tiene una constitución diferente y un centro de gravedad único. Ese diferente centro de gravedad de cada cuerpo hará que un mismo ejercicio tenga una distinta percepción en téminos de dificultad para cada persona. Cuando estamos de pié con los brazos a los lados, el centro de gravedad de una persona de estatura media se sitúa en frente a la 2ª vértebra sacra.
Centro, en Pilates también se refiere a la zona "core" o zona media y los músculos de la zona media (abdominales, transversos,...)
Control:
La primera vez que alguien ejecuta un ejercicio debe usar el control. El control es una habilidad que se puede mejorar y refinar. Uno puede observar una notable diferencia cuando el ejercicio es realizado por una persona con un elevado nivel de control o alguien que no lo tiene. A menudo un elevado control suele ir asociado a pocos errores, exacto alineamiento, elevada coordinación, elevado equilibrio y destacadas habilidades. Evidentemente la mejora del control esta también intimamente relacionado con el desarrollo de la fuerza muscular y la flexibilidad.
Precisión:
La precisión es el elemento que distinque el pilates de otros métodos de ejercicio. La precisión puede ser definida como la manera exacta en que una acción es ejecutada. En este punto el conocimiento de la anatomía ayuda a la precisión en la ejecución, el conocer los músculos que participan en el ejercicio o que deberían participar en su ejecución. Debemos alinear el cuerpo correctamente y comprender los objetivos del ejercicio. Mejorando la precisión, mejoraremos las posibilidades de alcanzar los objetivos de dicho ejercicio y consecuentemente los beneficios de hacerlo.
La precisión tambien suele ir asociada a la activación de músculos poco utilizados y su uso en el movimiento global. La precisión puede significar la diferencia entre acceder y movilizar el músculo o no y entre conseguir el objetivo del ejercicio o no.
Fluidez:
La fluidez en el ejercicio es otra de las cualidades fundamentales. La fluidez se puede definir como la suave e ininterrumpida continuidad del movimiento. La fluidez requiere un profundo entendimiento del movimiento y la incorporación de una precisa activación muscular.
La forma en que cada practicante use estos principios es una decisión individual. Habrá practicantes que busquen un mayor aporte físico al ejercicio, mejorando el tono muscular o recuperando alguna lesión, otros usarán el Pilates en su vertiente más mental y relajante y pueden alcanzar un importante efecto antiestress. Cualquiera que sea su uso, el conocimiento y la aplicación de estos principios es fundamental para una mejor práctica del método Pilates.
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