Los cambios anatómicos modifican la postura corporal. El aumento de peso en la zona abdominal produce un estiramiento de la zona paravertebral, con un consiguiente aumento de la lordosis lumbar, provocando una hipertonía de la musculatura de esa zona.
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| Lumbalgia en el Embarazo y Pilates |
A esto se le añade una sobrecarga en la cara anterior de los cuerpos vertebrales, que provoca una presión mayor en la cara posterior de los discos intervertebrales, lo que puede desencadenar la formación de protusiones, hernias discales y lumbalgias en el mejor de los casos.
El hecho de que se segregue más relaxina, da lugar a una mayor laxitud ligamentosa, lo que tiene consecuencias negativas en este aspecto, al permitir mayor movilidad a la columna.
La modificación de la marcha puede provocar un acortamiento de la musculatura isquiotibial y una debilidad de los glúteos, lo que puede acrecentar las posibilidades de padecer dolor lumbar.
Por otra parte, el acortamiento prolongado durante el embarazo de los músculos psoas e ilíaco dar lugar a una acentuación de la curvatura lumbar, apareciendo así la dicha lumbalgia.
La práctica de Pilates puede resultar muy efectiva para contrarrestar el efecto del embarazo en la zona lumbar
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